En el mundo andino hay un conocimiento vasto en lo que se refiere a manejo de la energía, un primer intento de clasificación implica diferenciarlas por la manera como interactúa la madre tierra y el cuerpo energético:
Energía pesante:
La energía pesada en las tradiciones andinas es conocida
como jucha o hucha, esta tiende a alojarse en el poqpo (nuestro “aura”
energético) y representa la concentración espontánea de vibraciones de las que
el cuerpo energético se carga en exceso durante el día, ya sea por su procedencia
interna o externa.
El exceso de jucha es el responsable de los bloqueos de
energía y por ende del inicio de muchas enfermedades.
-Un jucha externo está representado por energía que circula
en el ambiente, creada espontáneamente fruto de la incomprensión, la
enfermedad, los sentimientos de tristeza, envidia e ira, la guerra, la
enajenación y la delincuencia.
-Un jucha interno representa las propias cargas creadas por
pensamientos y sentimientos impuros que frenan nuestro crecimiento espiritual.
La obsesión, el miedo, las preocupaciones y la ira son la mejor fuente de
energía pesada desde el interior.
En ambos casos la materialización de jucha externo o interno
promueve la aparición de malestar, dolor y enfermedad.
Energía refinada:
La energía refinada o sami es un tipo de vibración pura,
cósmica, que cura y produce amor.
El sami existe como complemento del jucha, no es su
contraparte pues en las tradiciones andinas no existen mayores antagonismos,
como los hay en el pensamiento occidental.
La complementariedad (yanantin-masantin) de estas energías
producen dinámicas permanentes dentro del sistema del poqpo.
Una correcta armonía entre estas fuerzas produce la
vitalidad y fluidez necesarios para un equilibrio entre los elementos que
componen la naturaleza humana.
Poqpo energético:
El poqpo para las tradiciones andinas es nuestra aura, campo
o bola energética natural, que proviene desde el nacimiento y que nos acompaña
hasta la muerte física.
Este poqpo en su estado saludable permite el fluir continuo
de las energías naturales hacia el cuerpo energético personal.
El poqpo o aura humana aloja la energía pesante o jucha en
exceso.
Cuando un poqpo es sano, fuerte y muy bien distribuido
tiende a reciclar espontáneamente en la madre tierra el exceso de jucha,
logrando obtener a cambio energía refinada o sami, que la tierra ofrece como
compensación, a este proceso se le llama ayni o reciprocidad andina de la
pachamama.
El Ayni con la Pachamama:
La tierra o allpa simboliza un estómago natural en el cósmos
andino, que ingiere sin problemas el jucha humano, personal, grupal o social.
Es más, la tierra se nutre de jucha y no debemos
preocuparnos por contaminarla con el producto de nuestra energía pesada. En
otras palabras, la Madre Tierra necesita de nuestro jucha.
Las tradiciones andinas nos refieren que una de las propiedades
terapéuticas de la Madre Tierra es transmutar la energía pesante o jucha en
energía refinada o sami, por lo que la energía refinada no se podría obtener
sin antes haber ofrendado nuestra jucha personal.
Este proceso refleja en esencia el “ayni” de la Madre Tierra,
es decir la reciprocidad. Por ello, si creemos que somos portadores de excesos
de energías pesadas o vivimos rodeados y muy expuestos a ella, pues será
conveniente aprender algunas técnicas de nuestros antepasados indígenas que
subsisten hasta el día de hoy.