"INTELIGENCIA EMOCIONAL:
SANANDO EMOCIONES TÓXICAS"
Las emociones tienen un efecto profundo en nuestra salud. No
solo afectan al sistema inmunológico, sino que crean predisposiciones a muchas
enfermedades.
Prácticamente a cada enfermedad se le ha asociado una
emoción negativa. Por ejemplo, emociones como el odio, la envidia y el
resentimiento están relacionados con enfermedades como el cáncer y la diabetes.
Las enfermedades de la piel se relacionan con la falta de autoestima.
Siempre que hay cambios en el estilo de vida hay tensión
emocional, lo cual debilita el sistema inmunológico, que a su vez propicia el
desarrollo de enfermedades. Es allí donde las flores de Bach muestran su valor.
No solo sirven para resolver el problema emocional, sino también la causa
emocional de la enfermedad.
Mientras algunas terapias pueden simplemente aliviar los
síntomas, las flores de Bach resuelven su verdadero origen. No por esto debe de
dejar de tratarse la enfermedad a nivel físico, pero si no se resuelve el
problema emocional, es muy probable que con el paso del tiempo el problema
físico vuelva a aparecer.
Una vez que entendemos que las enfermedades tienen su origen
en las emociones, podemos analizarnos a nosotros mismos hasta encontrar cuales
fueron las emociones que provocaron la enfermedad. Por ejemplo, si tenemos
gripe, podemos recorrer las emociones y experiencias del pasado que nos han
llevado a esta enfermedad.
Puede ser una simple tensión emocional pasajera, por aspectos
familiares, escolares, o de trabajo, pero lo suficientemente poderosa como para
debilitarnos lo suficiente para que la enfermedad física se presente. Una vez
que tomamos conciencia de ello, es más fácil y rápido superar la enfermedad.
De esta forma, podemos entender a las enfermedades no como
castigos o errores, sino como oportunidades para superarnos emocionalmente. Lo
más deseable es que continuamente nos analicemos para conocernos a nosotros
mismos, superando así nuestras limitaciones y alzando una mejoría personal.
Pero si no nos autoanalizamos, entonces aparece la
enfermedad, como si nuestro yo interno nos dijera: “¡Oye, me estás
descuidando!”
Ahora, no siempre es fácil identificar esas emociones, y
mucho menos superarlas. Entonces usamos las flores de Bach, ofreciendo al
cuerpo un estímulo adicional para superar nuestros miedos, resentimientos y
traumas, por ejemplo.
Cada uno de nosotros realiza un viaje único por la vida,
irrepetible; y nuestro estado de salud nos indica en qué punto de este viaje nos
encontramos de momento.
Cada síntoma de enfermedad, sea física, anímica o mental,
nos proporciona un mensaje específico que vale la pena reconocer, aceptar y
aprovechar para nuestro viaje por la vida.
Aprender a manejar las emociones y extraer el aprendizaje de
cada una de ellas es la propuesta de este Curso-Taller
